Esta es una época de grandes retos. Retos personales y familiares. Un reto para la comunidad, así como profesionales de liderazgo y estabilidad. Esto también pasará, pero en el hoy y ahora es algo extraordinario que nos fuerza a una auto reflexión. Más específicamente, valoramos en estos días como nunca la salud y la libertad para interactuar con clientes y empleados. Son épocas de grandes retos.
Nuestra misión es ayudar a las empresas a mejorar la forma en que trabajan por medio del software. Creamos una forma fluida, dinámica y divertida para trabajar en forma remota con nuevas tecnologías. Es una tarea muy gratificante y el cambio constante y aún la incertidumbre del futuro nos hace estar más focalizados que nunca. Todos los días el objetivo es ayudar a los clientes durante el cambio.
El mañana es incierto, pero soy optimista que podemos mejorar la forma de trabajo aún más, y lograr por medio del trabajo remoto un compromiso efectivo aún mayor. Sabemos que la cuarentena ha llevado a muchos al trabajo remoto, como algo nuevo y diferente.
Sin embargo, esta ya era una tendencia de muchas empresas. Creo que ahora estamos listos. Es una oportunidad para lograr un mejor equilibrio entre la vida personal y laboral y maximizar la productividad de cada hora trabajada. Pero no será fácil y debemos estar preparados. Veamos algunas áreas donde los líderes pueden promover un mayor compromiso en esta época de cambios.
El trabajo remoto y desde casa cuenta con múltiples beneficios tanto para el empleado como para la productividad empresarial. Mayor satisfacción del trabajo, menos días de vacaciones, y menos costos, son algunos ejemplos. Para lograr estos resultados, debe haber un claro liderazgo y motivación del trabajo remoto, y contar con la infraestructura necesaria para hacerlo. Esta es sumamente importante en la medida que más empleados se mudan de la oficina a su comedor. Se debe empoderar a los empleados con metas claras.
En los llamados en conferencia que la comunicación no sea fría de un guión. Debemos ser auténticos. Debe ser un mensaje real sobre los objetivos del sector y de la empresa. Ya sea en momentos de crisis o de estabilidad, los líderes deben hablar abiertamente sobre lo bueno, lo malo y lo feo.
Este diálogo debe ser un proceso entre partes iguales basado en la orientación y los resultados. Sin una medición de los pequeños logros, y de los contratiempos no podremos estar preparados para las grandes oportunidades futuras. Hablar y hablar frecuentemente tanto como con líderes como con pares. El trabajo remoto requiere un diálogo real y constante.
Para muchos empleados, muchas veces aquellos con mejores resultados y que son sumamente independientes en su trabajo, tener que explicar los detalles de su trabajo en forma transparente puede ser un reto. Sin embargo, en un ambiente de trabajo remoto hacerlo es sumamente importante. Los que no podemos ver, ni tocar nos produce inseguridad, y resulta difícil de confiar. Los líderes deben modelar el comportamiento efectivo y brindar oportunidades efectivas y frecuente para compartir los detalles del trabajo, los retos por venir y decidir dónde soporte o recursos adicionales pueden ser necesarios.
Debemos reconocer que las distracciones en el trabajo remoto son reales. Se precisa de un tipo distinto de disciplina, un compromiso de tener una agenda diaria, que la oficina tradicional no requiere. Reconociendo que la flexibilidad puede ser ilimitada, resulta crítico que los líderes establezcan expectativas claras para que el trabajo se cumpla, lineamientos de cómo debe realizarse y una variedad de eventos para compartir el progreso conforme a los objetivos en forma formal como informal. Es importante tener una cadencia regular en todo lo que se hace.
Quiero que los empleados sepan lo que yo sé en el mismo momento que me entero. Aunque esto no siempre es posible, el trabajo remoto brinda una mayor oportunidad de conocer lo que hacen otros y enriquecerse con experiencias de los pares. Debemos ser intercambiables. Viajes a la mañana, almuerzos rápidos y volver rápido a casa a la noche, y hacer lo mismo al dia siguiente puede ser una gran exigencia.
Debemos crear una cultura de crecimiento en donde toda la organización (remota) cuente con una experiencia que comparte, esto puede ser real y lograr tener más tiempo en el dia para nosotros.
Prefiero perder juntos que ganar solo. En el trabajo remoto las experiencias y capacidades frecuentemente se pierden en los lugares menos pensados. Esto es especialmente real en grandes empresas. Los líderes de todo tipo deben empeñarse en buscar a los talentos, donde sea que residan. Se debe invitar a todos, sin excluir a nadie y ser objetivos en contar con su visión y comentarios de la fuente y sector que sean. Si los líderes aprenden a hacer esto con frecuencia, y la colaboración se vuelve la norma, así como compartir la información en forma fluida, será mucho más valioso para la empresa.
Estos principios no tienen ningún orden en especial, pero ayudan a crear equipos remotos de alto performance. En estos momentos de crisis, debemos focalizarnos en ellos, así como en ser más empáticos con los empleados conforme a las circunstancias de cada uno. A todos nos afecta en forma diferente, pero seguimos trabajando en forma remota con un claro objetivo.
*Gerente Comercial de Infor para el Cono Sur Infor