Ãltimamente, es demasiado frecuente escuchar que aquéllos que han perdido su empleo, y han pasado a engrosar las listas del colectivo de los parados, ha decidido volver a las aulas tras haberlas abandonado hace mucho tiempo. Este retorno a la formación además de ser una forma de âparo encubiertoâ, se
En el competitivo mercado laboral europeo al que España se está intentando adaptar, a pesar de una tasa de paro que se sitúa en el 20,05% en el primer trimestre de 2010 según el INE, muchos jóvenes y adultos deciden empezar o continuar su formación académica…
Homologar los programas de posgrado a nivel internacional abre el espectro de las universidades y escuelas que los dictan. Son procesos complejos que pueden tardar años pero garantizan reconocimiento mundial…
La formación técnica otorga un valor agregado a un candidato frente a otros al aspirar a un puesto; esta formación facilita obtener un trabajo apenas terminando el bachillerato.
La edad, la experiencia, las expectativas de vida y el nivel académico de las instituciones son claves a la hora de tomar una decisión de formación académica…
Tres de cada cuatro empleados utiliza la impresora del trabajo para llevarse a casa documentos personales, según una investigación elaborada por DocPath…
Tan sólo un 14% de empleados afirma que le gustaría ser jefe o estar en una situación de mando dentro de su empresa, según datos recogidos por Randstad Workmonitor sobre una encuesta realizada a 23.058 personas en 25 países, entre ellos España.
En estas páginas he hablado mucho de la importancia de cuidar a los trabajadores y, una parte muy importante de eso, es que tengan la oportunidad de formación. Muchos empresarios piensan que no deben formar a su gente porque hay que invertir, es decir, gastar, y existe el peligro de
Es difícil trabajar con un jefe que no es muy hábil como jefe pero es mucho peor trabajar con un jefe que piensa que es mejor de lo que es. Buenos o malos, parece que muchos jefes piensan que son mejores de lo que son. En un estudio del Chartered
Tengo 49 años y fui educado desde los 6 años hasta los 17 por profesores que seguían un sistema que me evaluaba principalmente por mi capacidad para asimilar información. En ese modelo saber algo era igual a dar la respuesta correcta, y en él pasamos los más tiernos años de